Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

miércoles, 21 de marzo de 2012

La marcha por la vida se acerca, los nervios gubernamentales crecen


Las vigilias que militantes de Alianza País realizan en Quito, tomándose el parque El Arbolito y la Plaza Grande; la multimillonaria inversión en propaganda gubernamental en todos los medios, la campaña sucia en las principales calles y avenidas por donde pasan los manifestantes, la presencia cada vez mayor de agentes encubiertos dentro de la movilización, la “sugerencia” del alcalde de Quito, Augusto Barrera, a la ministra de Educación para que se suspendan las clases el jueves 22 de marzo; la decisión del presidente de la Asamblea Nacional de suspender las actividades de esta función del Estado durante ese día; la cobertura malintencionada y sistemática de los medios gubernamentales, todas son expresiones de nerviosismo, de temor ante una evidencia: la consolidación y crecimiento de la marcha por el agua, la vida, la soberanía y la dignidad de los pueblos, que se acerca a Quito.

Nadie puede creerle al presidente Rafael Correa cuando dice que la marcha fue un fracaso, o cuando sus coidearios afirman que no son más de 500 los manifestantes. En cada ciudad por donde ha pasado, los hechos han demostrado la fuerza que ha ido tomando la acción de los pueblos, lo cual es interpretado por los dirigentes como una pérdida paulatina del miedo que afectaba a varios sectores. Menos se la puede considerar como un fracaso cuando antes de llegar a Quito ya ha logrado ciertos importantes resultados. En uno de sus enlaces sabatinos Correa retrocedió en la decisión de areteo al ganado, “ahora no será obligatorio”, dijo, y responsabilizó a los dirigentes de la marcha por las supuestas consecuencias negativas que esto pueda traer.

Tampoco habrá incremento de pasajes en la transportación interprovincial e intercantonal, como había sido decidido inicialmente por el régimen y los transportistas. Esto a consecuencia de las exigencias de la marcha, que en uno de sus puntos establecía este tema.

Por otro lado, la marcha ha traído como consecuencia un gran despliegue de visitas de ministros de todos los ramos a las distintas provincias por donde ha pasado. Se han entregado recursos a los gobiernos locales, títulos de propiedad de tierras a campesinos, lo cual no habría sucedido si no estaba de por medio la necesidad de confrontar a los manifestantes por parte del régimen.

La marcha por el agua, la vida y la dignidad de los pueblos se acerca a Quito, y lo hace en un escenario político diferente al de los últimos meses, esta vez la iniciativa está del lado de las organizaciones populares y las izquierdas unificadas. La atención del país se centra en lo que hacen y lo que proponen. El gobierno ha tenido que responder, por momentos arrinconado, a las causas que originaron esta acción.

En el fondo no están cálculos electoreros como acusa el régimen, y como lo sostiene la propaganda sucia de Alianza País, ya que eso sería darle una corta vida a este proceso que se ha iniciado el 8 de marzo. En el fondo está la recuperación del proyecto popular de transformaciones revolucionarias que el actual Presidente traicionó, y eso no solo pasa por lo electoral, aunque ese siempre será un necesario escenario de lucha, sino la construcción estratégica de un proyecto de país diferente, de un estado plurinacional, incluyente, de la consecución del buen vivir, del socialismo.

En realidad, los afanes electoreros están en el lado del gobierno, y así lo comprueba el tercer objetivo del plan gubernamental: “marzo, defiende la democracia”, que dice: “generar condiciones favorables para el proceso electoral 2013”. Objetivo que, evidentemente, en lo que va de recorrido de la marcha no se ha logrado.

La marcha construye no solo políticamente, sino también culturalmente. En ella se vive la interculturalidad que se busca en un proyecto de poder popular. Una interculturalidad de respeto a la diferencia y de solidaridad y trabajo conjunto.

Ecuador Libre Red

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