Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

miércoles, 14 de marzo de 2012

El Ciudadano dice que a los indígenas se los manipula con alcohol en la marcha


Redacción Elcomercio.com 12:00
Miércoles 14/03/2012

"520 años después el alcohol sigue siendo usado como motor para los indígenas que se dicen de oposición".

Así arranca un artículo publicado en el diario electrónico de Gobierno, El Ciudadano, en el que se afirma que el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, utiliza el alcohol, al igual que se hacía en la colonia, para mantener "unidos a los que dicen ser de oposición".

La nota se titula "Quishpe recibe una botellita para marchar" y lleva un video en el que se ve a Carrasco entregando una olla con una botella a Salvador Quishpe, prefecto de Zamora y uno de los más importantes líderes de la marcha contraria a la minería a gran escala que se halla en camino a Quito.

Carrasco aparece diciéndole al prefecto de Zamora que la "botellita" es para que le de fuerza para llegar a Quito. Inmediatamente el video expone unas imágenes en las que se ve a Quishpe, en estado de embriaguez según el diario de Gobierno, insultando al presidente Rafael Correa. Eso ocurrió en un incidente que se produjo el año pasado cuando Quishpe y Correa se encontraron en una población de Zamora durante unas elecciones parroquiales en un recinto donde se realizarán explotaciones mineras a gran escala.

La nota generó un gran malestar en redes sociales la noche de ayer y esta mañana entre personas que consideran que la nota es abiertamente racista y que ofende a los indígenas. El primero en poner en escena el tema fue el periodista del diario Hoy, Juan Tibanlombo que en su cuenta @jtibanlombo puso este comentario con un link a la nota: "El racismo, la ignorancia, el odio y la incompetencia juntos en 7 párrafos de la gaceta oficial".

El Ciudadano agrega luego que "en la época de la Colonia el alcohol fue introducido de manera estratégica por terratenientes, incluyendo a órdenes religiosas que durante la Colonia controlaban extensas propiedades y necesitaban mano de obra cautiva para hacerla producir, por eso, les pagaban a los indígenas con alcohol". Luego hace el vínculo con Carrasco y afirma que "hoy, 520 años después, el prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, sigue usando este medio como la estrategia para mantener unidos a los que dicen ser de oposición".

El Ciudadano, en su nota, evidentemente hace un paralelismo entre el uso que, según dice, le daban los terratenientes al alcohol al dárselo a los indígenas con la entrega de una botella de licor por porte de Carrasco a Quishpe.

El Ciudadano inmediatamente trae a colación otros episodios en los que, asegura, Quishpe ha actuado en estado de embriaguez.

El antropólogo Fernando García sostiene ante que el Gobierno está recurriendo a actos racistas para deslegitimar la protesta social. "Creo que este Gobierno trata de desvíar la atención de la protesta social que está se ha levantados en su contra. El calificar a un líder social de "borracho" y descalificar a una persona no aporta al debate. Es un tema moralista que trata de deslegitimar al movimiento indígena y es incluso racista".

Hay quienes creen que se trata también de una intromisión en temas personales como fórmula de deslegitimación de la protesta. El catedrático Sebastián Mantilla, de la Flacso, sostien que "el Gobierno trata de desprestigiar los procesos sociales y los líderes. El que una persona pueda beber es un tema personal y en el que el Gobierno no debería meterse. El Gobierno debería escuchar las protestas porque se ha dejado de las bases y no usar esta estrategia de desprestigio".

El Comercio

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