Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

domingo, 11 de marzo de 2012

Cuenca es el punto más alto, hasta el momento, del proceso de movilización que arrancó el 8


Quincenario OPCIÓN

Ningún iluso podría decir, por más que tenga bajo su control el aparato estatal y gran parte de los medios de comunicación, que en la Plaza Cívica de Cuenca hubo nada más que “cuatro pelagatos”. Y esa es la idea que reiteraban los dirigentes de la Coordinadora Plurinacional de las Izquierdas en la tarima central, cuando la masiva movilización arribó a este lugar luego de recorrer por las calles céntricas de la ciudad.

Según el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco, a diferencia de las 200 personas que el régimen había concentrado en las ya consabidas “ferias ciudadanas”, en la “Marcha por el agua, la vida y la dignidad” hubo más de 30.000 personas, entre representantes de las juntas parroquiales, comunidades afectadas por la actividad minera, delegaciones de alcaldías como la de Santa Isabel, encabezada por Rodrigo Quezada; de Nabón, con Magaly Quezada; Ponce Enríquez con Patricio Sánchez; Girón con Jorge Duque, entre otros.

Hubo también delegaciones de estudiantes secundarios y universitarios, comerciantes minoristas, organizaciones de mujeres, ambientalistas y de derechos humanos. Y como líderes de organizaciones asistieron, además del prefecto Carrasco, el presidente del Frente Popular, Vicente Solano; Humberto Cholango, presidente de la CONAIE; los asambleístas Lourdes Tibán, Jorge Escala, Mery Zamora. Estuvo también presente Lady Morales, presidenta de la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador, y Luis Aguirre, presidente de la FEUE nacional, entre otros.

Trascendente fue el ánimo de los marchistas, que afirmaban actuar unificadamente con las personas que partieron el 8 de marzo desde Zamora, en la denominada Marcha por el Agua, la Vida y la Soberanía. “Llegaremos hasta Quito, porque por más obstáculos que nos pongan en el camino, como ocurrió en esta movilización, no retrocederemos en nuestra decisión de avanzar hacia la capital a manifestar nuestro rechazo a la actividad minera, a las políticas contra los trabajadores, los maestros, los estudiantes, los campesinos, etc., que el régimen impone”, sostuvo, por ejemplo, uno de los marchantes.

El presidente de la CONAIE, Humberto Cholango, invitó a los asistentes a unirse a los manifestantes que llegarán el 11 de marzo desde Nabón. “Estaremos en Quito el 22, en ese Quito rebelde, luz de América”, dijo.

En su intervención, el presidente del Frente Popular de Azuay dijo: “Solo la unidad entre todos y todas quienes hacemos parte de las organizaciones populares o estamos afectados de una u otra manera por la política entreguista del gobierno, podremos derrotar a la prepotencia, al autoritarismo. Es el momento de actuar juntos para conquistar nuevas y trascendentes victorias”.

Por su parte, Lourdes Tibán, mostrando unos aretes de ganado, del color de la bandera de Alianza País, preguntó a los asistentes ¿a quiénes no más se les debería colocar el arete? para que los ecuatorianos los identifiquemos como corruptos o antipopulares, y la gente fue mencionando, en coro, los nombre de ministros como Raúl Patiño, o de asesores como Alexis Mera, pero el arete más importante era, indudablemente el de Rafael Correa, con esta parodia, la asambleísta cuestionó la medida del areteo, que según el régimen, impedirá que se roben las reses.

La movilización en Cuenca es, hasta ahora, la más grande desde que se inició este proceso de movilizaciones el 8 de marzo. Todo hace prever que la marcha de quienes pretenden llegar a Quito adquirirá mayor contundencia mientras más se acerque a la capital, pues son cada vez más los sectores populares los que preparan acciones de protesta contra el gobierno.

Oscarimbaquingo

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