Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

martes, 27 de marzo de 2012

La ley del garrote, no del argumento



¿Cuáles serán los niveles de emisiones de gases contaminantes que producirán los proyectos mineros aprobados por el gobierno ecuatoriano?

¿Qué hay respecto a la contaminación del agua?

¿Cuáles serán las medidas para mitigar los daños ambientales?

¿Qué se ha hecho y cuáles han sido los resultados de los acercamientos a las comunidades afectadas?

Si bien las respuestas a estas preguntas deberían haber acaparado el interés nacional, nadie se ha tomado la molestia de responderlas. Pero, para qué responderlas si en el Ecuador las decisiones se toman según la ley de la selva: él más fuerte gana. Y, siguiendo esa línea, el Presidente ya anunció que sus opositores se han llevado una “contundente derrota”.

Lo que parece que muchos no entienden es que la conveniencia o no de un proyecto minero no se define según el número de personas que salgan a gritar a las calles. ¿Cuántas de las personas en las marchas oficiales tenían alguna idea del impacto de la minería en la vida de las comunidades indígenas? Perdón, olvidé que no marchaban por la minería sino por la democracia.

No faltará quien diga que el Gobierno sí ha sido transparente en el proceso. Claro, yo también leí que el ministro de Recursos no Renovables, Wilson Pastor, dijo que se creará un fondo para dejar todo como si nada pasó. Se pueden buscar unas declaraciones más y contarlas con los dedos de la mano. Sin embargo, le invito a preguntarse ¿qué porcentaje de la publicidad del gobierno respecto a este tema (incluyendo la cobertura de los medios oficiales) ha estado dirigida a explicar los daños que ocasionará el proyecto y a mostrar planes articulados para mitigarlos?

Personalmente me parece que lo más asombroso fue escuchar la noticia que da el Presidente cuando dice que sí se realizó la consulta previa. Si el presidente lo dice algo se ha hecho, pero esta afirmación trae más preguntas que respuestas:

¿Por qué no ha sido dicha consulta la base del argumento oficialista?

¿Cuántos de ustedes se enteraron de que hubo una consulta y de sus resultados?

¿La respuesta fue positiva?

¿El proceso fue abierto para todos los habitantes?

¿Se dio tiempo para debatir los pros y contras?

Lo invito a usted, estimado lector a buscar los documentos sobre dicha consulta en los sitios web oficiales. ¡Debería ser el primer link tanto en Presidencia como en el Ministerio de Recursos Naturales no Renovables! En cambio, al buscar sobre el tema en dichas páginas uno se lleva una respuesta de Ripley: una noticia del Gobierno rechazando una consulta previa sobre la minería realizada por los mismos moradores. En dicha consulta un 92% de los votantes rechazaron la minería.

¿Le gustaría saber si yo hubiese votado a favor o en contra en esa consulta previa? Resulta que a mí también me encantaría saberlo, pero no tengo idea. Para poder responder a esta pregunta necesito primero saber la respuesta a algunas preguntas como las que planteo en el primer párrafo. El problema es que no creo que la cantidad de personas en una u otra marcha sea, al menos científicamente, el argumento más relevante para saber si conviene o no la minería. Pero no importa, ya tenemos ganadores y derrotados.

Realidad Ecuador

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