Por : Jorge Oviedo Rueda
Salvador Quishpe puso los puntos sobre las íes. Dijo que en cuatro años el gobierno de Rafaelito no ha hecho nada por la pequeña minería, que la ministra Aguiñaga no entiende ni jota y que el ministro Pastor es un agente de las grandes transnacionales mineras. Que el desalojo de los mineros en Zamora no es sino el pretexto para abrir la rica minería austral a las transnacionales.
En mi provincia hay un drama social, dijo. Cierto que la extracción artesanal contamina el medio ambiente, pero para eso está el Estado, para encontrar soluciones y proteger a su gente, no para favorecer al capital extranjero.
Salvador Quishpe es un indio que no quiere ser blanco, orgulloso de su raza y de su cultura; la vida y sus méritos le han puesto a defender los intereses del pueblo, no sólo de los indios. Ahora le atacan los pelucones de izquierda que, a nombre del socialismo, se creen con derecho a representar al pueblo
ecuatoriano.
Un líder verdadero no representa al pueblo, no se pone al frente y le dice síganme. Un líder verdadero se pone junto al pueblo y con él construye el camino. No tiene fórmulas mágicas, confía en su capacidad creadora.
Los pelucones de izquierda que ahora gobiernan creen que el pueblo debe ir por donde ellos quieren. Clase media mesiánica que está enamorada de su verdad y no admite que el pueblo tiene también un punto de vista. No es suficiente aceptarlo en el discurso, hay que hacerlo realidad en la práctica.
Quishpe está junto a su pueblo, haciendo camino, creando. Rafaelito quiere imponer sus fórmulas, las que le dieron pensando, las que responden a los intereses de los amos y no de los esclavos. Líderes como Quishpe le hacen falta al Ecuador, aunque la clase media no vea en ellos sino a indios alzados. Esa es la diferencia.
Fuente: La Hora
Salvador Quishpe puso los puntos sobre las íes. Dijo que en cuatro años el gobierno de Rafaelito no ha hecho nada por la pequeña minería, que la ministra Aguiñaga no entiende ni jota y que el ministro Pastor es un agente de las grandes transnacionales mineras. Que el desalojo de los mineros en Zamora no es sino el pretexto para abrir la rica minería austral a las transnacionales.
En mi provincia hay un drama social, dijo. Cierto que la extracción artesanal contamina el medio ambiente, pero para eso está el Estado, para encontrar soluciones y proteger a su gente, no para favorecer al capital extranjero.
Salvador Quishpe es un indio que no quiere ser blanco, orgulloso de su raza y de su cultura; la vida y sus méritos le han puesto a defender los intereses del pueblo, no sólo de los indios. Ahora le atacan los pelucones de izquierda que, a nombre del socialismo, se creen con derecho a representar al pueblo
ecuatoriano.
Un líder verdadero no representa al pueblo, no se pone al frente y le dice síganme. Un líder verdadero se pone junto al pueblo y con él construye el camino. No tiene fórmulas mágicas, confía en su capacidad creadora.
Los pelucones de izquierda que ahora gobiernan creen que el pueblo debe ir por donde ellos quieren. Clase media mesiánica que está enamorada de su verdad y no admite que el pueblo tiene también un punto de vista. No es suficiente aceptarlo en el discurso, hay que hacerlo realidad en la práctica.
Quishpe está junto a su pueblo, haciendo camino, creando. Rafaelito quiere imponer sus fórmulas, las que le dieron pensando, las que responden a los intereses de los amos y no de los esclavos. Líderes como Quishpe le hacen falta al Ecuador, aunque la clase media no vea en ellos sino a indios alzados. Esa es la diferencia.
Fuente: La Hora