Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

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sábado, 7 de abril de 2012

Encuestas pierden credibilidad: ¿Correa aprobado por 80,5%?


Aníbal Sánchez
Safiqy-Ecuador Urgente.-

Las declaraciones de la prensa oficial del gobierno del presidente Correa, que refieren una aprobación del 80.5% a su gestión, basadas en una encuesta de Perfiles de Opinión, ahora en estrecha relación con el gobierno, nuevamente ponen en evidencia el uso artificial de las encuestas como un instrumento político propagandístico.

El 7 de mayo del 2011, Correa que celebraba una victoria en la consulta popular que convocó con un amplio margen de más de 20 puntos, tuvo que bajarse de la tarima, cuando le informaron que los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral, desmentían a los encuestadores. Después de un largo forcejeo con denuncias e impuganciones sobre los resultados, la versión oficial final fue que Correa perdió en 12 de las 24 provincias y ganó con un margen mínimo, sin contar los votos blancos y nulos, contabilizados los cuales habría perdido.

Ahora, luego de la larga marcha por la dignidad que se inició el 8 de marzo y llegó a Quito, tras recorrer más de 700 kilómetros, es inocultable el crecimiento fundamentado del rechazo popular. El descontento social con Correa, se expresó reiteradamente en el fracaso de las "contramarchas" organizadas por el gobierno, las que carecieron de convocatoria en todo el país a excepción de Quito, donde con la movilización de miles de buses de todo el país, y la concurrencia obligatoria de servidores del sector público, Correa organizó dos contramarchas el 8 y el 22 de marzo, la primera significativamente mayor a la segunda. Cuando ha sido socialmente expuesta, en las calles, la pérdida de aprobación al presidente Correa, los datos de los encuestadores oficiales, que no registran estos cambios reales, lucen a simple vista como inverosímiles.

Una muestra de su inverosimilitud fue la medición de la marcha de las organizaciones indígenas y sociales del jueves 22 de marzo, cuando caminaron decenas de kilómetros en la ciudad entre 30.000 y 35.000 personas, según las diversas estimaciones. Reunidas además a pesar del bloqueo del gobierno, que impidió la movilización del pueblo hacia Quito prohibiendo expresamente la extensión de salvoconductos para el transporte, violando las disposiciones constitucionales que garantizan la libertad de tránsito.

La magnitud de la marcha fue contundente y superior al número de personas que había reunido el correísmo en el tradicional parque del Arbolito. Antes de que llegue la Marcha de la Dignidad, el mismo presidente fue a movilizar a sus seguidores hacia el centro de Quito, donde realizó 3 eventos con la misma gente a distintas horas, en plazas con diferente capacidad de aforo, la mayor de 20.000 personas y la menor de 8.000 personas, que no llegaron a estar llenas. A pesar de ello Correa proclamó que había movilizado en su respaldo a 60.000 personas, a la vez que disminuyó la convocatoria de las organizaciones sociales, las que según datos policiales apenas habrían reunido 5.000.

A esta prueba factual, que reveló que la CONAIE y los movimientos sociales, ubicados a la izquierda no apoyan a Correa, que expone en la superficie su distanciamiento con la base social que lo llevó al poder, se suman una cadena de conflictos que han afectado la aprobación de Correa. El despido de miles de servidores del sector público. El fracaso de las medidas de prevención y atención de riesgos frente al grave invierno que sacude la costa del país, en el contexto del cual han muerto decenas de personas y se han registrado pérdidas inconmensurables, particularmente en los sectores más pobres. El fracaso de las políticas de salud, donde por primera vez un gobierno ha concentrado miles de millones de dólares con resultados magros que han dejado mucho que desear y su orientación hacia la privatización del sector. El retraso en la transformación agraria que demandan los campesinos. La exclusión de decenas de miles de jóvenes de su acceso a la universidad, con la eliminación del libre ingreso. Los escándalos de corrupción no esclarecidos como el vergonzoso caso de la narcovalija diplomática que llegó a Milán con 40 kilos de cocaína líquida. El fracaso del mismo presidente en el caso del enjuiciamiento al diario el Universo que le llevó a él mismo, a pedir la remisión de la sentencia dictada a su favor. La creciente oposición a los contratos para la explotación minera por transnacionales.El incremento de los impuestos a los sectores de ingresos medios y bajos y la reducción del impuesto a la renta a los de ingresos altos. Para no citar otros graves sucesos que sin duda han afectado los niveles de aprobación.

Sin embargo, Perfiles de Opinión, la encuestadora que sustituyó a Santiago Pérez, el encuestador que trabajo para el régimen hasta el 7 mayo del 2011, cuando su exit poll, superó toda ponderación en sus márgenes de error, afirma en base al estudio que declara haber realizado que, el 21,8% de los entrevistados considera "muy buena" la labor de Correa, mientras que 58,7% la califica como "buena" y le atribuye un 68,4% de credibilidad.

La investigación realizada el 24 y 25 de marzo últimos, habría consultado a 626 personas de Quito y Guayaquil -las dos principales ciudades del país- y tendría un margen de error de +/- 3,99 puntos porcentuales.

Perfiles de Opinión indicó además que 62,8% de los encuestados estima que el gobierno salió fortalecido luego de la protesta aborigen, frente a 20,3% que asegura que ésta tonificó a la oposición. Asi mismo el 50% de los consultados estimaría que la marcha del gobierno fue más exitosa que la de la oposición, frente a 28,8% que opinó lo contrario.

Los márgenes de error son evidentes, ratificando la pérdida de confiabilidad y credibilidad en las encuestas. El problema de fondo que enfrentan los datos de las encuestas es que después del 7 de mayo, nadie serio cree en ellas.

EcuadorUrgente

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