Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

Salvador Quishpe Lozano - Prefecto

lunes, 28 de noviembre de 2011

Quienes siembran odio, ¿qué podrán cosechar?



Su respuesta, lector, seguramente será “un odio mayor”.

Una decisión acertada

Conozco tiempo atrás a Vinicio Alvarado. Conocí a su abuelo Floresmilo. También a su tío Coquín. Y mucho a su padre, Humberto Alvarado Prado, radiodifusor, empresario de múltiples negocios en Quevedo, profesor, director de la unidad de Comunicación Social en esa ciudad, concejal socialcristiano, gobernador de Los Ríos con Noboa Bejarano y recientemente asambleísta de PAIS, hasta su fallecimiento.

Humberto mencionaba a Vinicio como de gran creatividad empresarial, “él volará alto”, me dijo un día, cuando Vinicio era del equipo de campaña de Abdalá Bucaram, a mediados de los años noventa.

Vinicio, el viernes 25 de noviembre del 2011, desistió de continuar la persecución contra Mónica Chuji, lo que yo califico de decisión acertada.

Formulado el comentario, recibí opiniones en contra: ¿qué tiene que perdonársele a Mónica, si ella solo repitió lo que Fabricio Correa y otros han dicho de los Alvarado?, ¿estamos en el circo romano en que el pulgar del que manda es el que condena o perdona?, ¿pero si Alvarado está amenazando con perseguir a los que hagan insinuaciones contra él, por qué puedes hablar de acierto?, entre otras.

Yo soy de los que rescata lo positivo, por eso valoro lo hecho por Vinicio, más allá de las palabras por él usadas.

Sí conmueve

Leí la relación de la declaración de Vinicio del viernes 25 de noviembre, en las ediciones electrónicas de varios diarios, y busqué la de El Telégrafo, bajo las órdenes de los Alvarado, para confirmarla:

“Dijo que su esposa ha debido soportar insinuaciones en la calle respecto a la condición de su esposo, y que su hijo menor no quiere que el funcionario lo vaya a dejar a la escuela, por los comentarios negativos que recibe sobre su padre”. ¡Terrible!

La cosecha de odio no se va a detener porque Vinicio no acompañe a su hijo a la escuela, sino parando la siembra de odio y él tiene la posibilidad de influir.

Y el presidente Correa

La madrugada del jueves 24 de noviembre, aproximadamente a las 03:00, llegó Correa a la parroquia Nuevo Paraíso, provincia de Zamora.

¿Para qué?: Ese jueves se cerraba la campaña para la elección para la Junta Parroquial de población rural, con solo 374 electores, lo que movilizó al gobernante y altos funcionarios, con numerosa escolta militar y policial.

¿Por qué?, es una parroquia –igual que en la provincia– en que la minera canadiense Kinross Aurelian tiene la oposición de los de Pachakutik, bajo el liderazgo del prefecto provincial, Salvador Quishpe, porque estos acusan la posible contaminación del río Numbaicayme.

Correa fue a demostrar quien manda. Según la versión oficial, “fue interceptado por un grupo afín a Quishpe que profirió insultos a la caravana que lo acompañaba, inclusive, apedreó a los autos en donde se transportaban Correa y varios de sus colaboradores”. “Había gente bebiendo (…) de hecho apedrearon a algunos funcionarios de Gobierno”, relató Correa.

La versión de Quishpe es a la inversa, sí estaban en festejos los de Pachakutik, y hubo un cruce de palabras en que él tildó de traidor al presidente. Insultos de ida y venida. En la grabación entregada por el Gobierno se ve a Salvador Quishpe rodeado de fuerza pública y otros no uniformados que le agreden en el rostro y se oye una voz que dice claramente: “Mátenlo, mátenlo a Salvador” –segundo 55–.

Pero, lo sucedido en Zamora es un episodio más entre otros de agresividad en las palabras.

En los medios que publican comentarios de lectores sobre las noticias, hay expresiones graves y amenazantes contra críticos del Gobierno, pero también contra el gobernante y su entorno, y hasta lo repugnante de imputar supuestas alternativas en las preferencias sexuales, en que en el telón de fondo está aquello del “círculo rosa”, introducido por Fabricio Correa.

El Twitter

En todo el mundo, el Twitter ha estimulado el ingenio en las palabras que se usan.

Un tuitero cuencano estuvo preso, después de un minucioso rastreo, por haber dicho “¡Ave César, los que te vamos a matar!, ¡Ave @MashiRafael, los que te vamos a matar te saludamos!”. Entiendo que pidió disculpas.

¿Pedirá disculpas el subsecretario de Empleo y Salarios en el Ministerio de Relaciones Laborales, Daniel Novasco Ponce, en Twitter @Daniel Novasco, a Carlos Andrés Vera, @Polificción, por el tuit del 17 de octubre del 2011, en que le decía:

“mira pequeño mequetrefe, si te llego a agarrar no solamente los h… te arranco. Desearías no haber usado el Twitter”.

¿Por qué los odios?

Se han potenciado desde el poder. Se puede y se debe hacer cambios profundos sin agraviar; y, sobre todo, sin mentir. Ahí está la gran falla del gobernante y su entorno. Se impone el poder soslayando normas constitucionales y legales, y además se agrede, abusando de los recursos del poder, dinero, enlaces y cadenas impuestas.

No solo los marcados para ser perseguidos por contradecir al poder están en las listas de agravio, sino, en lo reciente, mujeres y hombres, profesionales o solo servidores administrativos o de mano de obra, separados con diversas tachas no sustentadas, peor probadas, porque quieren sus cargos para los que creen van a ser serviles.

¡Cuántas maldiciones se han pronunciado contra el gobernante en las últimas semanas! Hay quienes creen en las malas vibras, yo no creo en estas.

El despilfarro en la publicidad y en los llamados gastos de inteligencia, las escoltas armadas para los del poder y su entorno, a costos del presupuesto del Estado, podrán crecer, pero también incrementan la indignación de los que ven esos abusos y alardes con dineros que deberían tener mejor uso.

¿...y podrá parar el poder la siembra de odios?

El presidente Correa tiene la palabra y debe decidir hacerlo.

El Universo

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