Solo una causa o razón insostenible obliga al hombre a abandonar la tranquilidad de su hogar, su tierra, su presente, para emprender acciones conjuntas en defensa de intereses grupales mayoritarios.
El clamor generalizado respeto a los derechos específicos que amparan al hombre y su entorno, en este caso la naturaleza, se hará sentir exigiendo cambios al proceso constitucional que los violenta.
Miles de hombres y mujeres no solo del área urbana sino rural están claros de la importancia de la marcha para reclamar el respeto a los recursos naturales y al hombre.
14 días que abarcan espacios o paradas en la ruta hacia la capital durará la marcha que permitirá concienciar a la ciudadanía y sumar ciudadanos al proceso.
La marcha es voluntaria, pacífica, aunque aparentemente existirán inconvenientes, la tranquilidad y seguridad social presente y futura no tienen precio, porque los derechos a reclamar van de lo social a lo natural como el agua, la naturaleza. Este proceso fue consensuado en asambleas y reuniones locales y regionales, donde todos coincidieron en realizarla y participar.
También es de carácter social, sin embargo no faltará quien diga que es política, nada más alejado de la verdad, por eso aclaramos que en ningún momento se pretende desestabilizar el orden constitucional vigente.
Constituye un largo viaje que implica peligros, sacrificio personal, familiar y colectivo, constituyendo una romería cívica en pos de justicia, más allá del tiempo y la historia.
Los que aman y respetan sus derechos constitucionales, tanto física como espiritualmente, formarán parte de este proceso colectivo para decir Basta Ya y exigir un alto a la vulneración colectiva existente.
Otros viajarán solidariamente junto al amigo, al compañero, al vecino, al pueblo, por compromiso, por formar parte del proceso reclamatorio, para en conjunto conformar la maza popular en su marcha hacia la capital por la vida y la armonía de los pueblos del ecuador.
Pese a que el apoyo logístico básico dará cada organización a sus miembros, habrá circunstancias que, dada la magnitud del evento, no sea suficiente. Habrá preocupación de los que se quedan o no participen activamente en la marcha, pero habrá conformidad y apoyo, convertido en comida, agua.
Se sumarán las solicitudes de ayuda espiritual de nuestros familiares, amigos y ciudadanía que tendrán muy ocupados a los poderes celestiales, pero por mucho que lo estén, ellos también colaborarán.
Estamos seguros que los resultados serán positivos para el pueblo, donde todos saldremos beneficiados porque la armonía y justicia social reinará otra vez, dejando precedentes de inconformidad social ante las equivocadas acciones de los gobernantes.
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El clamor generalizado respeto a los derechos específicos que amparan al hombre y su entorno, en este caso la naturaleza, se hará sentir exigiendo cambios al proceso constitucional que los violenta.
Miles de hombres y mujeres no solo del área urbana sino rural están claros de la importancia de la marcha para reclamar el respeto a los recursos naturales y al hombre.
14 días que abarcan espacios o paradas en la ruta hacia la capital durará la marcha que permitirá concienciar a la ciudadanía y sumar ciudadanos al proceso.
La marcha es voluntaria, pacífica, aunque aparentemente existirán inconvenientes, la tranquilidad y seguridad social presente y futura no tienen precio, porque los derechos a reclamar van de lo social a lo natural como el agua, la naturaleza. Este proceso fue consensuado en asambleas y reuniones locales y regionales, donde todos coincidieron en realizarla y participar.
También es de carácter social, sin embargo no faltará quien diga que es política, nada más alejado de la verdad, por eso aclaramos que en ningún momento se pretende desestabilizar el orden constitucional vigente.
Constituye un largo viaje que implica peligros, sacrificio personal, familiar y colectivo, constituyendo una romería cívica en pos de justicia, más allá del tiempo y la historia.
Los que aman y respetan sus derechos constitucionales, tanto física como espiritualmente, formarán parte de este proceso colectivo para decir Basta Ya y exigir un alto a la vulneración colectiva existente.
Otros viajarán solidariamente junto al amigo, al compañero, al vecino, al pueblo, por compromiso, por formar parte del proceso reclamatorio, para en conjunto conformar la maza popular en su marcha hacia la capital por la vida y la armonía de los pueblos del ecuador.
Pese a que el apoyo logístico básico dará cada organización a sus miembros, habrá circunstancias que, dada la magnitud del evento, no sea suficiente. Habrá preocupación de los que se quedan o no participen activamente en la marcha, pero habrá conformidad y apoyo, convertido en comida, agua.
Se sumarán las solicitudes de ayuda espiritual de nuestros familiares, amigos y ciudadanía que tendrán muy ocupados a los poderes celestiales, pero por mucho que lo estén, ellos también colaborarán.
Estamos seguros que los resultados serán positivos para el pueblo, donde todos saldremos beneficiados porque la armonía y justicia social reinará otra vez, dejando precedentes de inconformidad social ante las equivocadas acciones de los gobernantes.
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