El prefecto de la provincia ecuatoriana de Zamora-Chinchipe (homólogo a un presidente autonómico) visita varias ciudades del Estado español, para dar a conocer su gestión y recabar apoyos a sus políticas de producción ecológica y turismo responsable.
La gira está coordinada por ACSUD Las Segovias y la asociación INTI ÑAN. Puedes escuchar directamente a Salvador en la Mesa Redonda que convocamos el viernes 25 de marzo, a las 19:00, en La Beneficència. Pincha aquí para mayor información.
Salvador Quishpe es miembro del pueblo kichwa saraguro, una de las nacionalidades indígenas que habitan hoy en día Ecuador y, desde el año 2009, asumió el cargo de prefecto de Zamora-Chinchipe, provincia amazónica del sur del país.
A pesar de su juventud (40 años), Quishpe cuenta con una larga trayectoria organizativa en su país, que hoy está volcando en sus labores de gobierno. En 1999 fue nombrado presidente de la Confederación de Pueblos Kichwas del Ecuador (ECUARUNARI), la organización regional indígena más poderosa del país. Asumió el mismo año en que el movimiento indígena se puso al frente del alzamiento popular que derrocó al presidente Jamil Mahuad en medio de una grave crisis económica ocasionada por la quiebra masiva del sistema financiero ecuatoriano.
En las elecciones de 2002, fue elegido diputado por su provincia, a través del Movimiento Pachakutik (instrumento político del movimiento indígena), siendo reelegido en 2007, fijando sus prioridades legislativas en la defensa del medio ambiente y de los recursos naturales del Ecuador, así como en la firme oposición a la entrada de empresas transnacionales extractivas (mineras y petroleras). Esta última postura es la que ha creado diferencias notables entre la propuesta política de los pueblos indígenas, y la gestión del actual gobierno nacional, de Rafael Correa.
Todo este bagaje lo ha concretado en sus actuales funciones como prefecto. Desde un inicio, Salvador Quishpe ha implementado una manera diferente de gobernar, basada en los principios ancestrales de las culturas indígenas, en la promoción de espacios de participación popular a todos los niveles y en la rendición de cuentas hacia la población de la provincia.
1- ¿Cómo valora el movimiento político actual en Ecuador y Latinoamérica, y concretamente el papel del movimiento indígena continental en este contexto?
Hay muchas cosas en Abya Yala en las que se está avanzando, que se van consiguiendo de a poco. Es muy novedoso hoy en día la presencia de gobiernos como la del presidente Chávez, como la del presidente Evo Morales en Bolivia, como la del presidente Rafael Correa en Ecuador. Nosotros, los pueblos indígenas, también hemos visto con mucha expectativa el proceso para elaborar una nueva Constitución que recoja estos criterios de tomar decisiones consultando a la gente, de ir valorando propuestas como la plurinacionalidad en el caso ecuatoriano, de ir valorando propuestas como el respeto a la naturaleza, el tema del agua.
Se dictó una Constitución -proceso en el cual nosotros, como movimiento indígena, apoyamos con toda la fuerza- y se incluyeron temas como los derechos de la naturaleza por primera vez a nivel mundial, la plurinacionalidad, el tema del agua, la participación social. Pero, curiosamente, en el camino se van cambiando de criterios respecto esos mandatos constitucionales, que luego no se aplican a la vida diaria de la gente.
Curiosamente es ahora, cuando tenemos un gobierno de corte izquierdista, que se ha caracterizado incluso ante la comunidad internacional como un gobierno ecologista, que en la cordillera del Cóndor, al Sur del Ecuador, las empresas multinacionales se van consolidando. Tenemos empresas como Kinross que han operado en Rusia, en África, y vemos secuelas duras que han dejado en el Cóngo y son esas mismas empresas las que llegan con este gobierno y se asientan en esa zona sur de Ecuador. Otras empresas como Corrientes Resources Inc., de origen canadiense con capitales de muchos lugares del mundo, son quienes en estos momentos son las concesionarias para explotar el cobre, por ejemplo.
Y cuando señalamos estas cuestiones al interior de nuestro país, hemos sido calificados como ecologistas infantiles, como los cuatro pelagatos, los indígenas que molestamos, los que “no nos dejan avanzar”. Y por estos desacuerdos tenemos en estos momentos alrededor de 170 líderes indígenas que están con procesos penales, calificados de terroristas, saboteadores…
Nosotros históricamente hemos venido planteando por qué no se pone un porcentaje del petróleo para producir los campos en el Ecuador. Pero en la actualidad, nuestros campos están abandonados; el 98% del trigo que nosotros consumimos se importa de Canadá, de los EEUU, y de Argentina. Estamos exigiendo de que un buen porcentaje de los ingresos petroleros debería utilizarse para impulsar la agricultura y evitar estar importando hasta la alimentación básica de los ecuatorianos.
A pesar de todo, a nivel de América Latina, lo más importante es que la opinión pública, la gente común y corriente, sigue sedienta de esos cambios, más allá de lo que ocurra con los gobernantes. La gente está diciendo “si aquí hay una traición lo echaremos a un lado y nosotros seguiremos luchando por esos cambios que nos hemos planteado”. Esto es en términos generales lo que ocurre en la gran mayoría de los países latinoamericanos.
2- En el caso específico de Ecuador, dentro de esa situación política que está viviendo, ¿Cuál está siendo el papel del movimiento indígena ante esas políticas emprendidas?
Bueno, nosotros en este momento estamos tratando de, primero, reorganizarnos internamente porque durante este gobierno del socialismo del siglo XXI, es cuando han tratado de desarticular, por ejemplo a la CONAIE. De hecho, han conseguido que alguno de sus miembros se sumen a los aparatos burocráticos del gobierno con el propósito de quebrar el movimiento.
En estos días hemos tenido que mantener una serie de reuniones de cara a los problemas de la minería, y de cara a la consulta popular que será el 7 de mayo, sobre la nueva legislación en materia de seguridad. Nos iremos a las urnas y nos iremos a por el no, porque no estamos de acuerdo con que creen más cárceles para resolver el problema de la delincuencia, creemos que eso no va a resolver nada, creemos que se necesita generar empleo para bajar los índices de delincuencia, y seguiremos luchando por eso. Entonces en este momento, la CONAIE, el movimiento indígena, se convierte nuevamente en un espacio de articulación.
Seguiremos planteando que el presidente Correa vuelva a su camino original. Ofreció hacer un trabajo alternativo, diferente, por ejemplo, ofreció suspender todos los tramos de la deuda externa que no son legítimas y para eso el propio presidente al inicio de su gobierno, planteó y se creó una comisión especializada para que investigue toda la deuda externa. Esa comisión presentó ya sus conclusiones y está allí constando cuales son los rubros de una deuda legítima que se debe pagar y cuáles son los rubros de deuda que no hay razón a pagar. Sin embargo, el señor presidente, en estos dos últimos años, ha ido pagando toda la deuda, incluso la ilegítima.
Nosotros decimos que de nada ha servido expulsar de Quito al FMI, porque el trabajo que antes hacían ellos, ahora lo hace una oficina de la Presidencia de la República, y se cumplen al pie de la letra los intereses del FMI. Ellos siguen alcanzando los mismos propósitos que tenían antes.
A nosotros lo que nos toca es seguir evaluando con mucho detenimiento, no es suficiente quedarnos mirando las pantallas de televisión: es fundamental mirar los hechos que están ocurriendo, porque las palabras, el mensaje, la publicidad es una cosa, y la verdad, los hechos en el Ecuador son otra cosa totalmente distinta. De ahí que en este momento no sólo los indígenas, sino un gran sector de los propios integrantes del movimiento político que llevó al señor presidente al poder, se están separando y están expresando su desacuerdo y están diciendo que ha habido un viraje. Ése es el término que ellos utilizan. Estoy seguro que el mes de abril será un mes de articulación de todos esos actores que asoman.
Estos días son días de conversaciones y diálogos, y estamos pensando impulsar marchas populares a las que hemos recibido muchas adhesiones, para ver cómo avanzamos hacia este sueño de los cambios en Ecuador.
3- En este marco, ¿cuál es la situación actual del movimiento Pachakutik?
La CONAIE y el Pachakutik comparten los mismos ideales, la CONAIE es una base del Pachakutik, claro que éste es un poco más amplio porque incluye otros sectores como los estudiantes, sectores campesinos, etc. Es un movimiento pluralista pero que ha logrado recoger los principales planteamientos que hemos hecho desde el movimiento indígena.
Lo que pretende el Pachakutik es orientar estrategias para que la lucha no se quede solamente en una lucha social, en una movilización, sino que estos sentires de la gente se puedan trasladar también a las urnas, como propuestas y avanzar en las políticas públicas basadas en el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente.
El Pachakutik es una herramienta para poder llevar estos planteamientos a escenarios donde se toman las decisiones y particularmente al Congreso Nacional que es donde se dictan las leyes.
4- En relación a la provincia de Zamora Chinchipe, ¿cuáles son las prioridades del Gobierno provincial y los planes de trabajo que se están impulsando para la provincia?
En mi provincia existimos varios pueblos: kichwas saraguros, shuars, el pueblo blanco-mestizo, o los afroecuatorianos. Intentamos valorar la presencia de esta diversidad cultural, que es un punto nuevo porque desde hace unos años atrás se hablaba solo de la presencia del pueblo blanco mestizo y los demás estuvimos excluidos para tomar decisiones. Nuestra visión es que no somos una sola cultura. Y no es suficiente decir que lo respeto; es necesario conocer al otro, y desde ese nivel valorar la diversidad de culturas, y la convivencia entre los pueblos.
Otros temas nuevos son por ejemplo, la necesidad de avanzar en esos procesos de producción agrícola orgánica. Se van incorporando cada día productos propios del lugar para favorecer la soberanía alimentaria. En el caso de la ganadería, vamos mejorando la genética, con lo que reducimos la tala de los bosques.
Con ello contribuimos no solo a la vida de los que vivimos en Zamora Chinchipe, sino para el resto de la Humanidad porque a todos nos afecta el problema del oxígeno, del carbono, del agua…Esto se ha convertido en un problema de la Humanidad entera, y creo que cada pueblo que contribuye de alguna forma a no talar los bosques, estaría contribuyendo a la vida de todos los seres humanos donde quiera que estemos. Este es el propósito con el que estamos trabajando en mi provincia, en los temas ambientales, en el manejo de la biodiversidad, del tema del agua, etc.
El turismo comunitario, por ejemplo, es otro factor que hemos planteado desde nuestro gobierno, tomando en cuenta la presencia de comunidades de pueblos ancestrales como los shuars y los saraguros que ofrecen infinidad de costumbres, de tradiciones, de gastronomía propia del lugar, etc. para que sea conocido fuera y se desarrolle un turismo comunitario y que podamos tener ingresos para el bienestar de la gente.
Todo esto se convierte en alternativas a lo que nos viene planteando el sistema neoliberal. Para nosotros recién llega la larga noche neoliberal a nuestra provincia, porque tenemos alrededor de 300 mil hectáreas de nuestro territorio entregadas a empresas multinacionales. Ahora resulta que se ha descubierto que ahí hay muchos minerales y todas estas políticas mineras van a explotar justo ahí, en este último espacio de vida de los shuars. Nos preguntamos entonces qué va a pasar con ellos cuando se apliquen estos megaproyectos mineros. Seguramente será el fin de estos pueblos, y tenemos serias dificultades de orden cultural, de orden ambiental, de orden económico.
Nuestro presidente acaba de dictar la Ley de minería donde lo mejor que encontramos es que para el Ecuador se quedará una regalía del 5%, y algunos impuestos. Y el resto pues no sabemos a dónde va, ni cuánto irá a nuestra provincia, lo cual nos genera mucha duda. No vemos políticas claras de que la minería nos va a ayudar a resolver los problemas a futuro. Reclamamos al Gobierno que se hagan los planes del ordenamiento territorial primero, y luego puede hacerse la minería, pero antes hay que planificar y pensar en quienes vivimos en esa tierra.
A mí me ha tocado un momento muy duro porque hay una expectativa de la gente que vive en Zamora Chinchipe de que sigamos manteniendo esta posición ante estos proyectos, pero con costos enormes, ya que esta posición va en contra de la política del Gobierno y cada vez tenemos mayores recortes presupuestarios. No se puede avanzar con los programas que necesita la provincia. Pero no es el momento de declinar en el tema del territorio, el tema del agua, de nuestros pueblos ancestrales. Son temas muy importantes que no pueden canjearse solamente por algún recurso que el Gobierno nos pueda ofrecer.
Hoy por hoy, hay que pensar que quedan pequeños nichos en la Amazonia, pequeños espacios en África o en Australia, como pequeños pulmones del mundo que nos permiten vivir, pues esto podría ayudar a entender que esos espacios son muy importantes y que es necesario valorar y cooperar para ello. Este es el planteamiento que tenemos desde el sur del Ecuador para nuestro Ecuador y para fuera.
5- Dentro de este marco, ¿Cuál está siendo y cuál considera que tendría que ser el papel de la migración organizada en el plan de desarrollo de la provincia de Zamora Chinchipe?
El rol que han jugado nuestros hermanos migrantes ha sido muy importante, desde diferentes ángulos. Primero, el Ecuador sufría un sacudido económico muy importante y se convirtió en la razón de por qué miles de ecuatorianos salieron del Ecuador buscando sobrevivir y la mayor parte de ellos se asentaron en el Estado español desde hace 15 años.
En estos últimos tiempos, tenemos nuevas experiencias, ahora mismo estamos trabajando con INTI ÑAN, que es una organización de saraguros aquí en la Comunidad Valenciana y se han convertido en una especie de embajadores nuestros acá, y gracias al apoyo que recibieron de ACSUD Las Segovias para diferentes proyectos productivos en nuestra provincia, ya no sólo son las remesas económicas, tenemos nuevas opciones.
Nosotros creemos que siempre es bueno recoger experiencias de otros lados, vemos en el caso de Valencia, donde la agricultura es bastante avanzada y nosotros en Ecuador somos inminentemente agrícolas, entonces por qué no hacer un intercambio de tecnologías, etc. Ojalá nuestros migrantes no se dediquen sólo a hacer un trabajo en el día a día, hacer un ahorro para volver a Ecuador con él, sino que sería bueno siempre, y esa es la esperanza que tengo que además del trabajo permanente también se lleve en su memoria un poco de experiencias, de tecnologías de acá para mejorar el trabajo que tenemos en el Ecuador.
Sería un aporte enormemente grande este tipo de cosas para que podamos ir superando y conociendo también los mercados y la necesidad que tiene Europa para orientar nuestros productos hacia esas demandas porque siempre tratamos de ver qué produzco y sobre todo dónde se va a consumir. Todo esto es lo que vamos haciendo y creo que el rol de los migrantes ha sido y será un rol muy importante, siempre invitándoles a que no dejen de pensar cuál es nuestra tierra de origen por una serie de razones, pero sobre todo para estos propósitos, que es lo que encuentro acá y cómo puedo adaptar eso allá para el devenir del tiempo porque el problema no se resuelve solamente con un trabajo en un determinado momento aquí, sino a futuro que es lo que siempre se piensa.
Mª Eugenia Berruezo
ACSUD Las Segovias
http://www.acsud.org/index.php/es/noticias/actualidad/229-entrevista-salvador-quishpe
La gira está coordinada por ACSUD Las Segovias y la asociación INTI ÑAN. Puedes escuchar directamente a Salvador en la Mesa Redonda que convocamos el viernes 25 de marzo, a las 19:00, en La Beneficència. Pincha aquí para mayor información.
Salvador Quishpe es miembro del pueblo kichwa saraguro, una de las nacionalidades indígenas que habitan hoy en día Ecuador y, desde el año 2009, asumió el cargo de prefecto de Zamora-Chinchipe, provincia amazónica del sur del país.
A pesar de su juventud (40 años), Quishpe cuenta con una larga trayectoria organizativa en su país, que hoy está volcando en sus labores de gobierno. En 1999 fue nombrado presidente de la Confederación de Pueblos Kichwas del Ecuador (ECUARUNARI), la organización regional indígena más poderosa del país. Asumió el mismo año en que el movimiento indígena se puso al frente del alzamiento popular que derrocó al presidente Jamil Mahuad en medio de una grave crisis económica ocasionada por la quiebra masiva del sistema financiero ecuatoriano.
En las elecciones de 2002, fue elegido diputado por su provincia, a través del Movimiento Pachakutik (instrumento político del movimiento indígena), siendo reelegido en 2007, fijando sus prioridades legislativas en la defensa del medio ambiente y de los recursos naturales del Ecuador, así como en la firme oposición a la entrada de empresas transnacionales extractivas (mineras y petroleras). Esta última postura es la que ha creado diferencias notables entre la propuesta política de los pueblos indígenas, y la gestión del actual gobierno nacional, de Rafael Correa.
Todo este bagaje lo ha concretado en sus actuales funciones como prefecto. Desde un inicio, Salvador Quishpe ha implementado una manera diferente de gobernar, basada en los principios ancestrales de las culturas indígenas, en la promoción de espacios de participación popular a todos los niveles y en la rendición de cuentas hacia la población de la provincia.
1- ¿Cómo valora el movimiento político actual en Ecuador y Latinoamérica, y concretamente el papel del movimiento indígena continental en este contexto?
Hay muchas cosas en Abya Yala en las que se está avanzando, que se van consiguiendo de a poco. Es muy novedoso hoy en día la presencia de gobiernos como la del presidente Chávez, como la del presidente Evo Morales en Bolivia, como la del presidente Rafael Correa en Ecuador. Nosotros, los pueblos indígenas, también hemos visto con mucha expectativa el proceso para elaborar una nueva Constitución que recoja estos criterios de tomar decisiones consultando a la gente, de ir valorando propuestas como la plurinacionalidad en el caso ecuatoriano, de ir valorando propuestas como el respeto a la naturaleza, el tema del agua.
Se dictó una Constitución -proceso en el cual nosotros, como movimiento indígena, apoyamos con toda la fuerza- y se incluyeron temas como los derechos de la naturaleza por primera vez a nivel mundial, la plurinacionalidad, el tema del agua, la participación social. Pero, curiosamente, en el camino se van cambiando de criterios respecto esos mandatos constitucionales, que luego no se aplican a la vida diaria de la gente.
Curiosamente es ahora, cuando tenemos un gobierno de corte izquierdista, que se ha caracterizado incluso ante la comunidad internacional como un gobierno ecologista, que en la cordillera del Cóndor, al Sur del Ecuador, las empresas multinacionales se van consolidando. Tenemos empresas como Kinross que han operado en Rusia, en África, y vemos secuelas duras que han dejado en el Cóngo y son esas mismas empresas las que llegan con este gobierno y se asientan en esa zona sur de Ecuador. Otras empresas como Corrientes Resources Inc., de origen canadiense con capitales de muchos lugares del mundo, son quienes en estos momentos son las concesionarias para explotar el cobre, por ejemplo.
Y cuando señalamos estas cuestiones al interior de nuestro país, hemos sido calificados como ecologistas infantiles, como los cuatro pelagatos, los indígenas que molestamos, los que “no nos dejan avanzar”. Y por estos desacuerdos tenemos en estos momentos alrededor de 170 líderes indígenas que están con procesos penales, calificados de terroristas, saboteadores…
Nosotros históricamente hemos venido planteando por qué no se pone un porcentaje del petróleo para producir los campos en el Ecuador. Pero en la actualidad, nuestros campos están abandonados; el 98% del trigo que nosotros consumimos se importa de Canadá, de los EEUU, y de Argentina. Estamos exigiendo de que un buen porcentaje de los ingresos petroleros debería utilizarse para impulsar la agricultura y evitar estar importando hasta la alimentación básica de los ecuatorianos.
A pesar de todo, a nivel de América Latina, lo más importante es que la opinión pública, la gente común y corriente, sigue sedienta de esos cambios, más allá de lo que ocurra con los gobernantes. La gente está diciendo “si aquí hay una traición lo echaremos a un lado y nosotros seguiremos luchando por esos cambios que nos hemos planteado”. Esto es en términos generales lo que ocurre en la gran mayoría de los países latinoamericanos.
2- En el caso específico de Ecuador, dentro de esa situación política que está viviendo, ¿Cuál está siendo el papel del movimiento indígena ante esas políticas emprendidas?
Bueno, nosotros en este momento estamos tratando de, primero, reorganizarnos internamente porque durante este gobierno del socialismo del siglo XXI, es cuando han tratado de desarticular, por ejemplo a la CONAIE. De hecho, han conseguido que alguno de sus miembros se sumen a los aparatos burocráticos del gobierno con el propósito de quebrar el movimiento.
En estos días hemos tenido que mantener una serie de reuniones de cara a los problemas de la minería, y de cara a la consulta popular que será el 7 de mayo, sobre la nueva legislación en materia de seguridad. Nos iremos a las urnas y nos iremos a por el no, porque no estamos de acuerdo con que creen más cárceles para resolver el problema de la delincuencia, creemos que eso no va a resolver nada, creemos que se necesita generar empleo para bajar los índices de delincuencia, y seguiremos luchando por eso. Entonces en este momento, la CONAIE, el movimiento indígena, se convierte nuevamente en un espacio de articulación.
Seguiremos planteando que el presidente Correa vuelva a su camino original. Ofreció hacer un trabajo alternativo, diferente, por ejemplo, ofreció suspender todos los tramos de la deuda externa que no son legítimas y para eso el propio presidente al inicio de su gobierno, planteó y se creó una comisión especializada para que investigue toda la deuda externa. Esa comisión presentó ya sus conclusiones y está allí constando cuales son los rubros de una deuda legítima que se debe pagar y cuáles son los rubros de deuda que no hay razón a pagar. Sin embargo, el señor presidente, en estos dos últimos años, ha ido pagando toda la deuda, incluso la ilegítima.
Nosotros decimos que de nada ha servido expulsar de Quito al FMI, porque el trabajo que antes hacían ellos, ahora lo hace una oficina de la Presidencia de la República, y se cumplen al pie de la letra los intereses del FMI. Ellos siguen alcanzando los mismos propósitos que tenían antes.
A nosotros lo que nos toca es seguir evaluando con mucho detenimiento, no es suficiente quedarnos mirando las pantallas de televisión: es fundamental mirar los hechos que están ocurriendo, porque las palabras, el mensaje, la publicidad es una cosa, y la verdad, los hechos en el Ecuador son otra cosa totalmente distinta. De ahí que en este momento no sólo los indígenas, sino un gran sector de los propios integrantes del movimiento político que llevó al señor presidente al poder, se están separando y están expresando su desacuerdo y están diciendo que ha habido un viraje. Ése es el término que ellos utilizan. Estoy seguro que el mes de abril será un mes de articulación de todos esos actores que asoman.
Estos días son días de conversaciones y diálogos, y estamos pensando impulsar marchas populares a las que hemos recibido muchas adhesiones, para ver cómo avanzamos hacia este sueño de los cambios en Ecuador.
3- En este marco, ¿cuál es la situación actual del movimiento Pachakutik?
La CONAIE y el Pachakutik comparten los mismos ideales, la CONAIE es una base del Pachakutik, claro que éste es un poco más amplio porque incluye otros sectores como los estudiantes, sectores campesinos, etc. Es un movimiento pluralista pero que ha logrado recoger los principales planteamientos que hemos hecho desde el movimiento indígena.
Lo que pretende el Pachakutik es orientar estrategias para que la lucha no se quede solamente en una lucha social, en una movilización, sino que estos sentires de la gente se puedan trasladar también a las urnas, como propuestas y avanzar en las políticas públicas basadas en el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente.
El Pachakutik es una herramienta para poder llevar estos planteamientos a escenarios donde se toman las decisiones y particularmente al Congreso Nacional que es donde se dictan las leyes.
4- En relación a la provincia de Zamora Chinchipe, ¿cuáles son las prioridades del Gobierno provincial y los planes de trabajo que se están impulsando para la provincia?
En mi provincia existimos varios pueblos: kichwas saraguros, shuars, el pueblo blanco-mestizo, o los afroecuatorianos. Intentamos valorar la presencia de esta diversidad cultural, que es un punto nuevo porque desde hace unos años atrás se hablaba solo de la presencia del pueblo blanco mestizo y los demás estuvimos excluidos para tomar decisiones. Nuestra visión es que no somos una sola cultura. Y no es suficiente decir que lo respeto; es necesario conocer al otro, y desde ese nivel valorar la diversidad de culturas, y la convivencia entre los pueblos.
Otros temas nuevos son por ejemplo, la necesidad de avanzar en esos procesos de producción agrícola orgánica. Se van incorporando cada día productos propios del lugar para favorecer la soberanía alimentaria. En el caso de la ganadería, vamos mejorando la genética, con lo que reducimos la tala de los bosques.
Con ello contribuimos no solo a la vida de los que vivimos en Zamora Chinchipe, sino para el resto de la Humanidad porque a todos nos afecta el problema del oxígeno, del carbono, del agua…Esto se ha convertido en un problema de la Humanidad entera, y creo que cada pueblo que contribuye de alguna forma a no talar los bosques, estaría contribuyendo a la vida de todos los seres humanos donde quiera que estemos. Este es el propósito con el que estamos trabajando en mi provincia, en los temas ambientales, en el manejo de la biodiversidad, del tema del agua, etc.
El turismo comunitario, por ejemplo, es otro factor que hemos planteado desde nuestro gobierno, tomando en cuenta la presencia de comunidades de pueblos ancestrales como los shuars y los saraguros que ofrecen infinidad de costumbres, de tradiciones, de gastronomía propia del lugar, etc. para que sea conocido fuera y se desarrolle un turismo comunitario y que podamos tener ingresos para el bienestar de la gente.
Todo esto se convierte en alternativas a lo que nos viene planteando el sistema neoliberal. Para nosotros recién llega la larga noche neoliberal a nuestra provincia, porque tenemos alrededor de 300 mil hectáreas de nuestro territorio entregadas a empresas multinacionales. Ahora resulta que se ha descubierto que ahí hay muchos minerales y todas estas políticas mineras van a explotar justo ahí, en este último espacio de vida de los shuars. Nos preguntamos entonces qué va a pasar con ellos cuando se apliquen estos megaproyectos mineros. Seguramente será el fin de estos pueblos, y tenemos serias dificultades de orden cultural, de orden ambiental, de orden económico.
Nuestro presidente acaba de dictar la Ley de minería donde lo mejor que encontramos es que para el Ecuador se quedará una regalía del 5%, y algunos impuestos. Y el resto pues no sabemos a dónde va, ni cuánto irá a nuestra provincia, lo cual nos genera mucha duda. No vemos políticas claras de que la minería nos va a ayudar a resolver los problemas a futuro. Reclamamos al Gobierno que se hagan los planes del ordenamiento territorial primero, y luego puede hacerse la minería, pero antes hay que planificar y pensar en quienes vivimos en esa tierra.
A mí me ha tocado un momento muy duro porque hay una expectativa de la gente que vive en Zamora Chinchipe de que sigamos manteniendo esta posición ante estos proyectos, pero con costos enormes, ya que esta posición va en contra de la política del Gobierno y cada vez tenemos mayores recortes presupuestarios. No se puede avanzar con los programas que necesita la provincia. Pero no es el momento de declinar en el tema del territorio, el tema del agua, de nuestros pueblos ancestrales. Son temas muy importantes que no pueden canjearse solamente por algún recurso que el Gobierno nos pueda ofrecer.
Hoy por hoy, hay que pensar que quedan pequeños nichos en la Amazonia, pequeños espacios en África o en Australia, como pequeños pulmones del mundo que nos permiten vivir, pues esto podría ayudar a entender que esos espacios son muy importantes y que es necesario valorar y cooperar para ello. Este es el planteamiento que tenemos desde el sur del Ecuador para nuestro Ecuador y para fuera.
5- Dentro de este marco, ¿Cuál está siendo y cuál considera que tendría que ser el papel de la migración organizada en el plan de desarrollo de la provincia de Zamora Chinchipe?
El rol que han jugado nuestros hermanos migrantes ha sido muy importante, desde diferentes ángulos. Primero, el Ecuador sufría un sacudido económico muy importante y se convirtió en la razón de por qué miles de ecuatorianos salieron del Ecuador buscando sobrevivir y la mayor parte de ellos se asentaron en el Estado español desde hace 15 años.
En estos últimos tiempos, tenemos nuevas experiencias, ahora mismo estamos trabajando con INTI ÑAN, que es una organización de saraguros aquí en la Comunidad Valenciana y se han convertido en una especie de embajadores nuestros acá, y gracias al apoyo que recibieron de ACSUD Las Segovias para diferentes proyectos productivos en nuestra provincia, ya no sólo son las remesas económicas, tenemos nuevas opciones.
Nosotros creemos que siempre es bueno recoger experiencias de otros lados, vemos en el caso de Valencia, donde la agricultura es bastante avanzada y nosotros en Ecuador somos inminentemente agrícolas, entonces por qué no hacer un intercambio de tecnologías, etc. Ojalá nuestros migrantes no se dediquen sólo a hacer un trabajo en el día a día, hacer un ahorro para volver a Ecuador con él, sino que sería bueno siempre, y esa es la esperanza que tengo que además del trabajo permanente también se lleve en su memoria un poco de experiencias, de tecnologías de acá para mejorar el trabajo que tenemos en el Ecuador.
Sería un aporte enormemente grande este tipo de cosas para que podamos ir superando y conociendo también los mercados y la necesidad que tiene Europa para orientar nuestros productos hacia esas demandas porque siempre tratamos de ver qué produzco y sobre todo dónde se va a consumir. Todo esto es lo que vamos haciendo y creo que el rol de los migrantes ha sido y será un rol muy importante, siempre invitándoles a que no dejen de pensar cuál es nuestra tierra de origen por una serie de razones, pero sobre todo para estos propósitos, que es lo que encuentro acá y cómo puedo adaptar eso allá para el devenir del tiempo porque el problema no se resuelve solamente con un trabajo en un determinado momento aquí, sino a futuro que es lo que siempre se piensa.
Mª Eugenia Berruezo
ACSUD Las Segovias
http://www.acsud.org/index.php/es/noticias/actualidad/229-entrevista-salvador-quishpe