La inexistente mayoría oficialista no ha sido capaz de superar sus propias contradicciones e ineptitudes, después de apropiarse de las comisiones especializadas e imponerse en las comisiones temporales. No fue capaz de liderar un proceso de profundización de la democracia participativa y la superación del modelo colonial del Estado, sino más bien, pretendió imponer la visión única del Gobierno argumentando que ganaron las elecciones, sin haber ganando realmente, por ello apenas alcanzaron a tener 54 asambleístas.
El proceso de tratamiento de Leyes de importancia plurinacional, de interés de las comunidades, pueblos, nacionalidades indígenas y ciudadanía en general fueron afectadas por el limitado liderazgo democrático, pretendiendo imponer textos diseñados en los respectivos Ministerios del ramo con asesoría externa en su mayoría. De tal manera que los Asambleístas del oficialismo llevaron textos sin argumento constitucional e impusieron la dictadura del voto, diluyendo la posibilidad de tender puentes con los diversos sectores progresistas de la Asamblea peor aún con los pueblos y nacionalidades a los que acusaron de mentirosos y terroristas al verse sitiados en sus intensiones.
Por su parte los autodenominados “oposición” no han hecho más que hacer berrinches y teatro de su desacuerdo con las pretensiones del oficialismo, cuando en la práctica han firmado juntos los informes, como es el caso de la Ley de Aguas, La Ley de Participación Ciudadana, entre otras. En el fondo es defender los intereses de los sectores tradicionales que han acaparado y privatizado los recursos de todos los ecuatorianos. Resulta una amenaza para el oficialismo, y la oposición la propuesta de los Pueblos y Nacionalidades de radicalizar la construcción del Estado Plurinacional, donde todos los sectores del pueblo ecuatoriano participen de forma activa en la construcción de políticas públicas, se concretice el mandato constitucional de la redistribución del espectro radioeléctrico, del agua, las tierras, en fin de los recursos que fueron acaparados y privatizados por el uno por ciento de Ecuatorianos.
La acción contundente de Las Comunidades Pueblos y Nacionalidades Indígenas, en conjunto con los y las Asambleístas de Pachakutik, que emergen de estos procesos, ha permitido desenmascarar esta situación, en la pretendida aprobación de la Ley de Agua sin acoger el consenso de las organizaciones nacionales. La respuesta del Presidente de la República de quitar la importancia de esta o de otra ley, lo único que ratifica es el acuerdo con el uno por ciento que está interesado que las cosas queden tal como están, es decir, que no se le afecten sus intereses y prebendas construidas sobre el dolor del pueblo.
Convocamos a las fuerzas sociales, populares, indígenas y campesinas, a trabajar por el ejercicio del derecho de todos los y las ecuatorianos/as, urge profundizar un colectivo de Asambleístas que estén dispuestos y con la claridad necesaria de poner por delante los intereses de todos/as los ecuatorianos, y ser capaces de llegar a acuerdos mínimos, consensuar mecanismos de ejercicio democrático donde la opinión y propuesta de cada uno de los colectivos y sectores que constituyen este Estado intercultural y plurinacional se concreticen en políticas públicas, normativas que garanticen los derechos fundamentales, superando el modelo colonial del Estado y las obras de caridad que se imponen sobre los pueblos campesinos e indígenas. Hay que superar la polarización de fuerzas, aceptando que no existen tales mayorías y minorías, entendiendo que eso es obra del Estado colonial, donde la palabra del conquistador cuenta. Urge armonizar las fuerzas y aprender a trabajar en consensos, el pleno ejercicio de derechos, mediante la democracia participativa.
Gerónimo Yantalema
ASAMBLEISTA DEL ESTADO PLURINACIONAL ECUATORIANO
El proceso de tratamiento de Leyes de importancia plurinacional, de interés de las comunidades, pueblos, nacionalidades indígenas y ciudadanía en general fueron afectadas por el limitado liderazgo democrático, pretendiendo imponer textos diseñados en los respectivos Ministerios del ramo con asesoría externa en su mayoría. De tal manera que los Asambleístas del oficialismo llevaron textos sin argumento constitucional e impusieron la dictadura del voto, diluyendo la posibilidad de tender puentes con los diversos sectores progresistas de la Asamblea peor aún con los pueblos y nacionalidades a los que acusaron de mentirosos y terroristas al verse sitiados en sus intensiones.
Por su parte los autodenominados “oposición” no han hecho más que hacer berrinches y teatro de su desacuerdo con las pretensiones del oficialismo, cuando en la práctica han firmado juntos los informes, como es el caso de la Ley de Aguas, La Ley de Participación Ciudadana, entre otras. En el fondo es defender los intereses de los sectores tradicionales que han acaparado y privatizado los recursos de todos los ecuatorianos. Resulta una amenaza para el oficialismo, y la oposición la propuesta de los Pueblos y Nacionalidades de radicalizar la construcción del Estado Plurinacional, donde todos los sectores del pueblo ecuatoriano participen de forma activa en la construcción de políticas públicas, se concretice el mandato constitucional de la redistribución del espectro radioeléctrico, del agua, las tierras, en fin de los recursos que fueron acaparados y privatizados por el uno por ciento de Ecuatorianos.
La acción contundente de Las Comunidades Pueblos y Nacionalidades Indígenas, en conjunto con los y las Asambleístas de Pachakutik, que emergen de estos procesos, ha permitido desenmascarar esta situación, en la pretendida aprobación de la Ley de Agua sin acoger el consenso de las organizaciones nacionales. La respuesta del Presidente de la República de quitar la importancia de esta o de otra ley, lo único que ratifica es el acuerdo con el uno por ciento que está interesado que las cosas queden tal como están, es decir, que no se le afecten sus intereses y prebendas construidas sobre el dolor del pueblo.
Convocamos a las fuerzas sociales, populares, indígenas y campesinas, a trabajar por el ejercicio del derecho de todos los y las ecuatorianos/as, urge profundizar un colectivo de Asambleístas que estén dispuestos y con la claridad necesaria de poner por delante los intereses de todos/as los ecuatorianos, y ser capaces de llegar a acuerdos mínimos, consensuar mecanismos de ejercicio democrático donde la opinión y propuesta de cada uno de los colectivos y sectores que constituyen este Estado intercultural y plurinacional se concreticen en políticas públicas, normativas que garanticen los derechos fundamentales, superando el modelo colonial del Estado y las obras de caridad que se imponen sobre los pueblos campesinos e indígenas. Hay que superar la polarización de fuerzas, aceptando que no existen tales mayorías y minorías, entendiendo que eso es obra del Estado colonial, donde la palabra del conquistador cuenta. Urge armonizar las fuerzas y aprender a trabajar en consensos, el pleno ejercicio de derechos, mediante la democracia participativa.
Gerónimo Yantalema
ASAMBLEISTA DEL ESTADO PLURINACIONAL ECUATORIANO